~Capítulo 2~ Me pondría a brincar de alegría si pudiera.

Narra Damien

En serio, no aguanto ésto. No lo veo normal. ¿Insultarme por tener de fondo de patalla en mi iPhone una foto de One Direction? En fin, así va el mundo. Tampoco es que me importe mucho, por que, gracias a Dios, me dan igual todas las veces que me critiquen, y no es tan fácil como parece.
Últimamente estoy muy unido a mi hermana. Siempre nos habíamos odiado, pero desde que empezó este curso me he dado cuenta de que mi hermana es algo más que una persona con la que desahogarme cuando estoy enfadado.
Y no sé que hacer con Sara y Anne. En serio, no lo sé. Ambas son buenas amigas. Quizás a mi me gustaría que Sara fuera algo más que una amiga para mí. Creo que la frase es muy fácil de comprender.

Narra Sara

Y aquí estoy yo, mirándome al espejo, con el diario delante, observando mis PRECIOSÍSIMOS ojos... esto... ¿marrones? ¿azules? No sé. Tendría que preguntarle a un científico. O a una prueba de daltonismo, seguro que ella también sabrá de que color veo las cosas.
Estoy MURIENDO viendo las fotos de One Direction en Sydney. Bendito Google Imágenes, tú que nos das orgasmos varios viendo fotos de One Direction, bendito seas, Amén.
¿Os había comentado que estoy tremendamente mal? Bueno, pues por si alguien tenía una duda, ahí tenéis la prueba convincente de ello.
Aunque no deberíais estar leyendo esto, ¿VERDAD, JACK? Sé que lo vas a leer en algún momento, así que te definiré con una palabra: "Serascotillapesadoycabrónnoteaguanto".
Bueno, me voy a ver un rato la tele, que no hay nada mejor que hacer.
ADIÓS, JACK.

Al día siguiente...

Narra Niall

Buenos días al mundo, terribles días para mí. No puedo con mi alma, en serio. Ayer, en el concierto, se me caían las lágrimas, y intentaba taparme, y cuando me tocaba hacer un solo me ahogaba.
Así que Paul, nuestro QUERIDÍSIMO manager nos echó la bronca.
No sé por qué la tomo con él, si tiene razón. Como persona soy una mierda, con perdón. Si me llaman lo que me llaman, digo yo que será por algo... No por aburrimiento.
Quiero volver a la infancia, donde no nos preocupaba más que quedárnosla al escondite, como solíamos decir Mihi y yo.
¿Que habrá sido de ella? En estos momentos la echo muchísimo de menos...
Creo que va siendo la hora de hacer un poco más de caso a mis amigos y amigas de la infancia...
La voy a llamar, espero que me comprendo como siempre lo ha hecho.

Narra Mihi

Santo aburrimiento, no puedo con esto, de verdad. Supongo que ya se me ha pasado la nostalgia que tenía con Niall...
"La vida sigue, no puedo detenerme." Eso es lo que me gustaría sentir ahora. Pero no puedo. No puedo sacarme la imagen de sus ojos de mi cabeza, de su pelo, de su todo, de su personalidad, y también de sus defectos, que es lo que le hacen mejor persona todavía.
*RING, RING* La canción de Blackstar, de Carlos Jean, sonaba en mi teléfono.
Conclusión más que obvia: me están llamando...
Cogí.
—¿Sí? ¿Quién es?
—Mihi Walker...
En ese momento el corazón se me disparó, volví a escuchar ese acento irlandés que me volvía completamente loca. No me lo podía creer.
—¿Ni-ni-ni-all Horan...?
—Sí, soy yo, tan imbécil y destrozado como siempre.—noté como paró un momento para llorar.
—Pero Niall, no puede ser, llevo años sin saber nada de ti... Bueno, en realidad todo lo contrario, pero aún así...
—Mihi, echo de menos esos momentos en los que...
Le interrumpí:
—...en los que nuestra mayor preocupación era...
Niall me interrumpió a mí.
—...quedárnosla jugando al escondite.
Parecíamos dos tortolitos. Era una situación muy curiosa, o igual no tanto, eso no lo sé.
—¿Y qué te pasa, pues?—aunque mantenía un tono de voz tranquilo, me pondría a brincar de alegría si pudiera en ese momento.
—Que mi vida da asco. Mi vida no, sino yo.
—Pero, ¿por qué?—le pregunté, extrañada.
—En dos meses nos vamos a Irlanda...
—Niall, desde que te fuiste vivo en España... —dije, apenada, pensando que no iba a verle
—En España también estaremos, incluso antes que en Irlanda. Tendremos tres días libres y supongo que podremos... Ya sabes, hablar, como hacíamos antes.
—En fin, adiós...
Me dio pena despedirme de él. En cuanto colgó, cogí el número y lo guarde en mi agenda con el nombre de "Niall<3<3<3<3"
Quizá fueron los estrógenos que me traicionaron, porque, ahora que lo pienso, tampoco me dijo algo que realmente tuviera que ver con el amor... Lo que mejor recuerdo de ese momento fueron las "mariposas en el estómago". En serio, es una sensación que me gustaría que se repitiese cuarenta veces por segundo en mi cuerpo.