~Capítulo 1~ ¿Acaso es necesario...

Narra Mihi

Llevo años sin verle. En serio, no sé que es de él. O sí. La verdad, lo sé mejor que nadie. Aquél pequeño irlandés de pelo castaño clarito, ahora mismo era una estrella internacional.
Todavía echo de menos esas tardes en las que jugábamos en el parque, sentados en los columpios, cuando nuestra mayor preocupación era quedárnosla jugando al escondite.
Pero todo cambió. Desde que este chico irlandés fue a participar en X Factor, cambió. En realidad, no es que cambiara, sino que cambió solo para mí. De repente, comenzó a ignorarme, solo se centraba en él, en él y... por supuesto, en él. 

O al menos eso parecía.

Y yo que llevaba enamorada de él desde que tengo uso de razón... 

Y ahora miles de millones de perras sarnosas también conocidas como "Directioners" quieren quitármelo. No lo van a conseguir. Da igual que ya no tenga su número desde que se lo cambió, haré lo imposible y lo posible para poder volver a hablar con él.

¿Acaso es necesario decir de quién estoy hablando?

//Narra Sara//

Me aburro. Para qué voy a mentir a quien esté leyendo esto. Ah, por cierto, si estás leyendo esto, no deberías, así que DEJA DE COTILLEAR MI DIARIO, JACK. Que nos conocemos. En estos momentos echo de menos a Mihi. Lo compartimos todo, aunque creo que eso ya lo he mencionado unas... ¿ochenta? veces en este diario. Sin duda es la única persona que podría comprenderme a la perfección. 

No está tan loca como yo, pero da igual, el caso es que me comprende.

A parte de Damien, por supuesto. 

Últimamente lo está pasando muy mal, y no sé por qué, pero está muy distante, no me dirige la palabra a no ser que se la dirija yo, lo cual es muy raro, porque nunca para de decirme cosas.

En fin, así es la vida. Como tampoco tengo mucho más que contar, me voy a dormir, que ya es muy tarde y ni he empezado los deberes, así que en realidad me voy a hacerlos a la velocidad de la luz.

Al día siguiente...

Narra Anne

Bueno, aquí estoy yo, una vez más en clase de Matemáticas hablando con mis pensamientos, así que no hay nada que contar. ¿A quién? En fin, debo ser más tonta que las piedras, pero hablar conmigo misma es más interesante que una regla de tres.

Tengo la habitación completamente PETADA de pósters de One Direction, creo que tengo 12 o así... Benditas Bravo y Star2. La verdad nunca me gustaron mucho ese tipo de revistas, así que sólo me las compro por los pósters. 

Sigo queriendo saber por qué Damien no habla con Sara ni conmigo, y se pasa el tiempo hablando con Mihi. No lo sé, ni quiero saberlo. El caso es que Damien no es el mismo, al menos con Sara y conmigo.

¡RIIING!

Menos mal, ha sonado el timbre. Hala, a recoger las cosas y hasta mañana... Que asco de rutina...

Algunos miles kilómetros más lejos...

Narra Louis

Allí estábamos, en Suecia, esperando a dar un concierto en frente de miles de Directioners. Creo que los nervios son los mismos que en el primero, para los que piensen que uno se acostumbra a ésto. 

Noto a Niall muy nostálgico... Esta mañana, sin ir más lejos, ha ido a su cuarto, sacó un pesado álbum de fotos y se puso a mirarlo. Supongo que serían fotos de su infancia o algo así... Poco después vi como cerraba la puerta, me escondí para que no me viera y oía los llantos de Niall tras la puerta... Cada vez eran más fuertes...

Muchos piensan que soy un bromista y que todo me lo tomo a guasa, pero no es tan cierto como parece. Soy más sensible de lo que la gente piensa, y a mí casi se me caían también las lágrimas viendo llorar a uno de mis amigos.

Pero, ¿qué podía hacer yo? Para empezar, ¿cómo voy a saber yo lo que le pasa? Yo he supuesto que era un álbum de fotos de su infancia, pero vete a saber lo que fuera. Y, aunque fuera así, ¿cómo le podría ayudar yo? No lo sé. En esta clase de situaciones me bloqueo, y me frustra mucho, porque quiero hacer algo por un amigo. Pero la pregunta no es cómo lo hago, si no qué hago.

En fin, supongo que Niall tiene todo el derecho a llorar, y si no quiere decirnos por qué, también está en su derecho...